Más de 60 participantes de varios países de América Central y del Sur (de Chile a México) asistieron a este taller extraordinariamente elaborado. La reunión tuvo lugar en la pequeña ciudad de Cieneguilla, no lejos de la capital, Lima. Este pueblo se encuentra al borde de la sierra, un desierto pedregoso donde raramente cae una gota de lluvia, pero al mismo tiempo está lleno de una gran variedad de plantas y animales (maravillosos pájaros de todos los colores) en los jardines, los cuales se riegan con el agua de los ríos. Se pudo percibir la inmensa importancia del agua para la vida en la Tierra: ¡una experiencia increíble y muy conmovedora!
El buen ambiente de trabajo de la reunión fue prueba del compromiso de todos los participantes: una exitosa mezcla de trabajo serio (con un programa completo), una flexibilidad que permitió la incorporación espontánea de nuevos elementos y una actitud espiritual sin rastro de dogmatismo. Mediante ejercicios de observación y el estudio de las distintas relaciones entre el ser humano y la tierra, el cielo y la tierra, y las plantas y los animales, se puso de manifiesto que el enfoque biodinámico ofrece una vía sin ningún tipo de dogmatismo para recuperar conscientemente las raíces culturales suprimidas. También se descubrió una gran similitud entre la polaridad de las fuerzas cósmicas y terrestres, tal como se enseña en la agricultura biodinámica, y los tres mundos de la Pachamama. También fue interesante combinar el enfoque goetheanista de Rudolf Steiner con el de los maestros sudamericanos como Paulo Freire (Pedagogía del Oprimido) o Maturana. Este tipo de descubrimientos generan entusiasmo y proporcionan energía e inspiración para nuestro propio trabajo práctico. Otro momento destacado fue la presentación de todas las iniciativas de formación en el continente: ¡un conjunto impresionante de todo lo que se está realizando!
Los participantes en el taller se mostraron muy comprometidos y agradecidos por la oportunidad de reunirse e intercambiar ideas. En Sudamérica, caracterizada por las dictaduras, la educación y la formación son un importante instrumento de liberación y capacitación. Los formadores tienen una gran necesidad de hacer de los principios biodinámicos una experiencia práctica. Por lo tanto, vale la pena seguir entrenando nuestra propia facultad perceptiva y agudizar los sentidos mediante ejercicios de observación para que el enfoque biodinámico pueda ser comprendido y experimentado.