El Congreso de Agricultura de este año en el Goetheanum tuvo un ambiente muy especial. ¿Acaso fue la alegría de volver a encontrarse en persona tras dos años de Congresos que sólo se celebraron en línea? ¿Fue la presencia de muchos jóvenes y mujeres? Al final de este encuentro había muchas caras sonrientes y un gran sentimiento de agradecimiento entre los presentes: alrededor de 550 participantes en persona, aproximadamente el mismo número en línea y siete grupos regionales (China, Taiwán, Malasia, Filipinas, África, Argentina y Ucrania) que organizaron un Congreso híbrido en sus respectivos países. Cuando el presupuesto es escaso y viajar resulta difícil, hay que encontrar nuevas formas de mantener el sentido de la conexión. El congreso tuvo profundidad y seriedad, así como un ambiente de ligereza y tolerancia, cualidades que quizá sean una prueba de la madurez de este movimiento casi centenario.
La cultura de la agricultura
El primer tema del Congreso fue el examen del desarrollo de la propia agricultura. Quizá deberíamos hablar en realidad de "agri-cultura". Como describieron Vandana Shiva y Martin von Mackensen, en sus orígenes la agricultura era de hecho una cultura (incluso podríamos decir un culto), es decir, surgió de una nueva relación de los seres humanos con lo sagrado y con la Madre Tierra. En Göbekli Tepe, en Turquía, hay vestigios de esta nueva actitud, en la que los seres humanos se situaban activamente en la dimensión vertical.
Vandana Shiva también demostró que, en todas partes del mundo, la cultura original se ha separado de sus aspectos sagrados y culturales para reducir la agricultura a una mera industria de producción de mercancías. Esto permite a unas pocas empresas gigantes adquirir tierras, semillas, fertilizantes y ahora incluso la experiencia del agricultor para ser vendida como algo nuevo a través de aplicaciones digitales. Muchos agricultores anhelan ahora redescubrir esta cualidad sagrada o cultural. Como demostraron Helmy Abouleish, de Sekem (Egipto), y Maaianne Knuth, de Zimbabue, para muchos agricultores del mundo el enfoque biodinámico puede unirse a la tradición cultural para desarrollar una agricultura digna del futuro.
Cosmos, tierra y atmósfera
Las presentaciones introductorias por la mañana a cargo de los agricultores Albrecht Römer y Werner Michlits mostraron otras facetas de esta búsqueda de lo espiritual en el ser humano a través de tres pasos, siguiendo esta memorable frase de Rudolf Steiner: "La naturaleza solar que durante mucho tiempo el hombre sólo recibió del Cosmos, comenzará a brillar dentro de su alma "*.
En otras palabras, al principio de la agricultura, la sabiduría que se experimentaba como otorgada por los dioses -por ejemplo, en muchas culturas del mundo se dice que los dioses dieron a la humanidad las plantas de cultivo- puede ahora despertar en cada uno de nosotros si la buscamos activamente. Las tres contribuciones siguientes, a cargo de Sherry Wildfeuer, Tom Saat y Jean-Michel Florin, mostraron de manera muy personal cómo es posible desarrollar este tipo de relación nueva y libre con el cosmos y el mundo de las estrellas, con la tierra y especialmente con el suelo fértil y el paisaje atmosférico que nos rodea, para desarrollar una agricultura acorde con su naturaleza esencial.
99 años
Un segundo tema fue el repaso de las variadas facetas de la historia de la biodinámica desde su fundación en Koberwitz en 1924. Varios informes describieron la capacidad innovadora de la comunidad biodinámica: la fundación del primer instituto de investigación biológica en el Goetheanum por Ehrenfried Pfeiffer en 1924, la primera marca ecológica Demeter de propiedad colectiva de agricultores en los años 30, el impulso fundador del movimiento ecologista a través del libro "Primavera silenciosa" de Rachel Carson, que se inspiró en dos de sus amigas dedicadas a la biodinámica, etc.
Breves presentaciones sobre la historia del desarrollo de la biodinámica en diferentes países como Turquía y Gran Bretaña -donde se realizó un estudio metodológicamente de primera clase sobre la comprensión de la naturaleza de la agricultura biodinámica británica-, Polonia, Lituania y España mostraron cómo la biodinámica se desarrolló con la cultura de cada país. A veces hubo obstáculos -por ejemplo, el periodo marcado por el dominio soviético (de 1945 a 1990) supuso un estancamiento total en Polonia y Lituania- y a veces una rápida evolución, como está ocurriendo ahora mismo en España, donde el interés por la biodinámica está creciendo exponencialmente.
Historias individuales
Otro punto destacado fue el panel "Las mujeres como pioneras de la biodinámica", que llamó la atención sobre la importancia, a menudo desapercibida, del trabajo de las mujeres en el pasado, y también abordó aspectos más sutiles como la dimensión de la individualidad. La conferencia de Ueli Hurter sobre cuestiones de destino en el movimiento biodinámico fue una acertada ampliación de la cuestión de la individualidad abordada por el panel, algo tan importante para la biodinámica. Luego, Ueli Hurter planteó la siguiente pregunta sobre las tres dimensiones del movimiento biodinámico (las del individuo, el movimiento y la humanidad en relación con la tierra). ¿De qué manera lo que vemos y experimentamos es una expresión de interrelaciones más amplias que trascienden la vida individual, la persona individual y una situación específica en el tiempo? Se trata de una importante ampliación de la visión de la historia de la biodinámica.
El sábado se cerró con una conferencia de Peter Selg sobre un aspecto significativo de la vida de Rudolf Steiner que puede ayudar a responder a una pregunta que se plantea a menudo: ¿descubrió Rudolf Steiner por sí mismo todos sus conocimientos sobre las plantas y los secretos de la naturaleza? Es muy interesante saber cómo su encuentro con el sencillo recolector de hierbas Félix Kogutzki tuvo tanta importancia para su desarrollo.
Es casi imposible hacer justicia a la asombrosa diversidad de lo que se ofreció en el Congreso de Agricultura. Hubo arte de varios tipos, con excelentes artistas de euritmia, pero también excelentes improvisaciones musicales y un gran número de cursos, incluidos talleres de debate, reuniones y presentaciones sobre diversos temas en los Espacios Abiertos, así como exposiciones. Además, no hay que olvidar los encuentros improvisados, que a menudo son importantes en la vida para descubrir cosas nuevas.
Conclusión
Mirando hacia atrás en el Congreso podemos decir que este evento biodinámico mostró muy claramente cómo el arte, la ciencia y la experiencia práctica pueden combinarse y ofrecerse apoyo mutuo para que una verdadera agricultura o cultura de lo vivo siga desarrollándose. La biodinámica es, por tanto, capaz de hacernos conscientes una vez más de la dignidad de trabajar con lo espiritual en la tierra.
El próximo Congreso de Agricultura tendrá lugar del 7 al 10 de febrero de 2024 sobre el tema "100 años del Curso de Agricultura".